
Mucha gente, gente de mi edad y con condiciones similares, hablan de cambiar el mundo, dicen que quieren viajar más, se quejan de lo sucio que está San José (o cualquier otra ciudad), se molestan por el nivel de las presas y se angustian porque no les alcanza el salario.
Y tienen toda la razón de sentirse así y de desear un mejor sistema para que todos vivamos.
El punto donde NO SE ALINEAN las ideas y los sentimientos es la TOMA DE DECISIONES en el día a día. ¿Quién está tomando acción para acercarse un poco a las cosas que quieren? Seguro mucha gente sí, fijo mucha gente no.
“Ah claro, si para vos es súper fácil porque no tenés responsabilidades grandes: hijos, hipoteca, familiares enfermos que te toque cuidar, tus papis te pagaron la U, etc. y tras de eso sos joven.”
¿Y QUÉ?
Hay una cantidad incontable de cosas que podemos hacer para dirigir nuestras vidas, nuestras finanzas y nuestros esfuerzos hacia los sueños que nos invaden al mirar una tarde soleada por la ventana de la oficina un 22 de diciembre. Nos acostumbramos a que las cosas sean de cierta manera, a veces ni las cuestionamos. Por eso terminamos viviendo según alguien más: según la pareja, según la mamá, según el papá, según el jefe, según el banco, según el peaje, según la presa. Nunca según una misma.
Volviendo a la basura, estoy convencida de que todo lo que hacemos se ve reflejado en la basura que encontramos en las calles y en nuestra propia casa. Resulta que nos acostumbramos a ver papelitos y plastiquitos por todo lado:
Debajo de la banca donde nos sentamos todos los días luego de almorzar en el trabajo…
Entre las piedritas que están a la par de la parada del bus…
Al lado de la calle en el lugar que quieran nombrar…
Alrededor de los canastos de basura en las aceras…
Tapas de botellas en la arena en muchas playas…
Los ejemplos son interminables.
Me preocupa que muchos crean que la responsabilidad es del gobierno o de las compañías que nos ofrecen los productos. Pocos se echan la culpa de sus propias compras y sus propios hábitos.
Dado que la responsabilidad no es del individuo sino de la sociedad y del gobierno, nadie agarra la escoba y nadie deja de botar basura. Es fácil saber por qué no se hace nada, porque “sociedad” y “gobierno” no son “yo”. La sociedad es la otra gente, el gobierno son otro poco de personas, pero ninguno de esos son “yo”.
Es como aquella historia que dice así:
Ocurre que había que terminar un trabajo muy importante para el día siguiente TODOS sabía que ALGUIEN lo haría. CUALQUIERA podría haberlo hecho, pero en realidad NADIE lo hizo. ALGUIEN se enojó cuando se enteró de lo sucedido, porque le hubiera correspondido hacerlo a TODOS. El resultado fue que TODOS creía que lo haría CUALQUIERA y NADIE se dio cuenta de que ALGUIEN no lo haría ¿quieren saber cómo termina esta historia? ALGUIEN reprochó a TODOS porque en realidad NADIE hizo lo que hubiera podido hacer CUALQUIERA
Todos debemos decidir cada día qué tipo de persona queremos ser. Podemos reinventarnos y podemos reinventar el mundo en el que vivimos. ¿Quién dijo que el modo de hoy es el mejor o el que debemos seguir? ¿Qué decisiones vamos a tomar de ahora en adelante? ¿A dónde nos llevarán esas decisiones?
¿Quién tiene el poder?
YO TENGO EL PODER
USTEDES TIENEN EL PODER
Si quieren enterarse qué estoy haciendo YO con respecto a ESTE PROBLEMÓN QUE LLAMAMOS BASURA, quédense un rato por acá y les mostraré lo que se puede llegar a hacer y cómo.
Para muestra, un botón.
Estas fotos son del tramo entre mi casa y la parada de bus...
Solo pido de regalo que compartan esta página con sus familiares y amigos para que se vengan de nuestro lado.
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¡Feliz año nuevo!
Di Vargas