Esta es la historia de un lapicero que sobrevivió 15 años de oscuridad en una gaveta del escritorio. Tiempo en el que vio poco la luz del sol, sin uso ni recarga. Pero ahora recobra vida y cumple su propósito original: ayudarnos a escribir sin desperdicios.
Seguirá siendo un misterio para mi si la alemana que me lo regaló en 2003 era consciente del valor agregado de su compra, la cual no era cualquiera. Ella escogió el cartucho rellenable y el tintero, sin importar que la marca ofreciera cartuchos desechables.
Este lapicero reutilizable consta de 3 partes: la pluma, el cartucho rellenable y el tintero. El cartucho es sencillo de usar. Eso sí, es casi imposible prevenir derrames las primeras veces que se recarga, por lo menos en mi caso. Es fácil acostumbrarse a escribir con la pluma y no deja manchas al salir la tinta. Si ustedes tienen la oportunidad de comprar uno, pueden escoger el grosor de la punta y el color del lapicero, lo cual es genial porque debe ser funcional según nuestros gustos.
Me alegra tener conmigo este artículo porque me reafirma que las soluciones al problema de la basura son muchas y pueden venir de cualquier lado. Con un poco de práctica he dejado de mancharme (tanto) los dedos cuando relleno la tinta.

¿QUÉ OTRAS OPCIONES HAY?
Así de reutilizable y duradera ninguna, la clave para identificarlas está en evitar la palabra “desechable” y no parece posible con las demás opciones que he visto. Ocupamos productos que se enfoquen en su sostenibilidad, que las piezas sean reparables o que el productor establezca un sistema de recolección y procesamiento posterior. Hasta que eso ocurra, revisemos los otros tipos de lapiceros que hay en las tiendas:
Tenemos los lapiceros reutilizables con cartucho desechable, los cuales son prácticamente lo mismo que el lapicero de la historia arriba, con la diferencia de que los cartuchos de tinta son desechables y vienen en empaques individuales. En la página de este lapicero dorado (abajo) dice que siempre será posible hacer un lapicero mejor, entonces espero que logren ofrecer propuestas más duraderas y reutilizables sin encarecer el producto.
Por supuesto debo mencionar los lapiceros desechables. Ya les conté un poco sobre ellos dentro de los artículos promocionales de la lista de cosas que evitar, pero no bajen la guardia porque un lapicero puede surgir de cualquier lugar. Es cierto que algunos se pueden reutilizar si se encuentra la recarga adecuada, pero seamos realistas, para mucha gente es más fácil encontrar otro lapicero desechable, barato y gratis.

Me parece que los lapiceros con cartucho rellenable son la opción perfecta para aprender a cuidar las cosas. Un lapicero así cuesta alrededor de los 20.000 colones, imaginen cuántos años puede durar si no lo extraviamos y la cantidad de material que evitamos que salga al ambiente por el solo hecho de optar intencionalmente por un producto distinto. En fin, recomiendo que prueben lapiceros con cartucho rellenable la próxima vez que ocupen uno nuevo. Deberían poder encontrarlos en las principales librerías del país o en San Amazon.
Disfruten el nuevo respeto hacia las pertenencias al experimentar alternativas reutilizables y duraderas, las cuales no debimos de haber dejado de usar desde un principio.
Hasta pronto.
Di Vargas