La copa es el producto clave para detener el use y bote que nos recetaron desde la pubertad.
La verdad no soy fanática de los secretismos sobre el tema. Se trata de mejorar la experiencia mensual con un producto diseñado específicamente para la anatomía de las vaginas del mundo entero, el cual de paso tiene un impacto positivo en el ambiente.
Su vida útil es de 7 años y nos ahorra montones de basura. No hay punto de comparación con respecto al beneficio ambiental; solo saquen cuentas de la cantidad de toallas sanitarias, protectores diarios y tampones usan al mes, al año, por los años que les dure la regla.
Debo admitir que seguro hubiera tardado más en usar una copa de no ser por el cero desperdicio, pero ahora que la tengo, me arrepiento de no haber empezado antes ya que, por encima del beneficio al planeta, la copa es un beneficio para las mujeres.
ES CUESTIÓN DE COMODIDAD
En el mejor de los casos, la copa no se siente al tenerla puesta y solo ocupa limpiarla 2 vez al día, sin filtraciones ni incomodidades. Otros escenarios dependen de las particularidades físicas de cada mujer.
Con esto en mente, la copa es un producto personalizado. Lo principal para que sea funcional es definir la TALLA. La copa es flexible y tiene tallas que varían en altura y en diámetro, por ende, varía su capacidad.
Para conocer su talla, cada mujer debe poder contestar preguntas sencillas sobre su peso, altura, cantidad del flujo, estrechez, virginidad, partos naturales, altura del piso pélvico, entre otras. La copa nos va a acompañar por mucho tiempo, por lo que es bueno que se conozcan. Si no están seguras de algo, vayan a ginecología a ver cómo es la cosa.
Sigue escoger el COLOR que nos guste entre rojo, anaranjado, azul, verde, blanco y morado (según disponibilidad) y saber el uso de la TERMINAL, la cual es un asa que ayuda a sujetar la copa para retirarla. Hay de aro, de bola y palo.

¡ANÍMENSE!
A muchas les enseñaron que de la mujer, la vagina y la menstruación no se habla. Por favor dejemos de alimentar la falta de información con tabues y mitos urbanos.
Con el afán de abrir el espacio de conversación, voy a responder preguntas que he oído en los últimos meses. Tal vez entre estas inquietudes se encuentre la suya, o por lo menos se da cuenta de los miedos que sufrimos algunas chicas.
¿Puedo usarla si soy virgen? SI, para eso hay tamaños pequeños.
¿Puedo hacer deporte usándola? SI, de todo, bailar, correr, nadar, escalar, yoga, etc.
¿Puedo usarla si he tenido partos? SI.
¿Puedo usarla si tengo útero invertido? SI.
¿La copa me cabe ahí? SI, para eso hay tallas.
¿Se me va a perder adentro? NO, la pueden tocar siempre con el dedo.
¿Cómo se coloca? Hay varias maneras de doblar la copa para introducirla, así que deberán probar la que mejor les quede. En unos cuantos intentos se domina la técnica y seguimos con la vida de manera ordinaria.
¿Se filtra la sangre? NO, o similar que con los tampones.
¿Qué hago si filtra? Practicar colocarla mejor y usar un protector de tela, no desechable.
¿Voy a tener que cambiarla seguido? Eso depende de su flujo y su experiencia cuando la use.
¿Cómo se limpia? Antes y después del periodo se coloca en agua hirviendo por 5 minutos. Durante el periodo se retira, se enjuaga con agua y se vuelve a introducir.
¡Qué asco! Les aseguro que es más agradable limpiar la sangre de la copa, que ver la regla distribuida a lo largo de un fondo blanco, encarcelada en las microcápsulas disque para mayor protección.
¿Y si estoy fuera de casa o acampando? Van a ocupar agua y un poquito de privacidad. Hay maneras de unir ambas cosas fuera de casa.
¿Lastima al orinar? NO.
¿Puedo tener sexo con la copa puesta? De poder, seguro… Pero no lo recomiendo.
¿Previene embarazos? NO.
¿Voy a tener que andarla cargando si nunca sé cuándo me viene el periodo? Diay, SI.

Para cerrar, el siguiente beneficio de pasarse a la copa son las FINANZAS. Siempre les digo que el cero desperdicio ayuda al bolsillo y esta no es la excepción. La inversión en una copa se recupera en menos de 6 meses y su vida útil es de 7 años.
Nos estamos ahorrando 7 años de toallas sanitarias, o sea mínimo 220.000 colones sin contar los protectores diarios y tampones. ¿A quién no le caería bien ese dinero?
En fin, dejemos los cuentos de lado y mejoremos los días de menstruación con una copa.
Si desean saber su talla y comprar una copa, escríbanme al correo electrónico info@virsindesperdicios.com para guiarlas por los tamaños y opciones. Su información personal es confidencial en cualquier medio que quieran conversarlo.
¡Felices días!
Di Vargas