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HOY TOCA BAÑO

Eliminé las botellas de plástico de mi shampoo y acondicionador, y los empaques del jabón. Hay opciones en recipientes de acero o sin empaques del todo, las cuales se ubican en ferias artesanales y en centros comerciales en un amplio rango de precios.

Para el SHAMPOO, me puse a jugar con marcas y hasta la fecha estoy muy contenta. Ahora que tengo las distintas opciones, uso la que me venga mejor cada día. Para que entiendan de qué hablo, anoto a continuación los 3 productos para el cabello que combino y algunas particularidades.

EN LATA:

¡Qué shampoo más rico!

Esta es una pasta fácil de untar con los dedos, se toma apenas un poquillo y hace un espumón que lo convence a uno de que va a terminar con una cabellera limpia. El shampoo de Sibö se me hace perfecto para uso diario y para viajes ya que es suficientemente compacto y liviano para cargar y la pasta no se derrite, o sea no hay riesgo de derrames.

Para ponerle la cereza al asunto, este producto lo desarrolla una familia tica que se especializa en productos orgánicos para el cuidado personal, para barbudos y me han dicho que puedo devolver las latas para reutilizarlas.

En lugar de acondicionador, recomiendan usar aceites para humectar las hebras.

EN BARRA:

Hace rato había visto en internet una marca extranjera que se llama Lush, que vende, entre otras cosas, shampoo y acondicionador en barra. Dado que no la he visto en Costa Rica, aproveché el paseo a Nueva York para probarla.

De nuevo, ¡qué shampoo más rico! Se usa igual que una barra de jabón: la frotan entre las manos y luego se lavan el cabello, también hace un espumón y deja el cabello brillante.

Recomiendo asignarle un recipiente o una jabonera porque suelta residuos que querremos aprovechar (poquito porque es bendito), además no queremos que se rompan al llevarlos de paseo.

RELLENABLE:

Considero que para uso diario ese acondicionador en barra puede ser insuficiente, por lo que recurrí a Bioland para comprar una botella de acondicionador. Fui a celebrar que esta marca se está pasando a las ventas a granel dentro de su BioLosophy. Han dado un gran paso hacia el cero desperdicio y colocaron dispensadores de shampoo, acondicionador y crema con el fin de eliminar paulatinamente el uso de botellas plásticas.

Les adelanto que no rellenan las botellas plásticas de la marca, solo se rellena con la hermosa botella de acero, sin embargo, “empatan” con el centro de acopio en sus oficinas en Tres Ríos, donde recolectan materiales diversos para reciclaje.

Con respecto al JABÓN, los mercados orgánicos son el paraíso de los jabones sin empaque. Hay bloques grandes o tamaños ya cortados, se pueden cargar fácilmente en la mano, en un pañuelo o si quieren llevar una jabonera, pues bien.

La experiencia sensorial que implica este cambio es una gran ganancia. Tenemos AROMAS de todo tipo, siempre naturales: lavanda, cardomomo, canela, jazmín, coco, avena, naranja… Yo que sé, de todo lo habido y por haber. ¡Y Los COLORES! Esta gente tiene una imaginación que destroza los tradicionales crema y verde en las barras de jabón. Ahora podemos comprar arcoíris, distintas tonalidades y TEXTURAS con semillas y cáscaras que sirven tanto de decoración como exfoliantes. Por ejemplo, dejan la avena entera o agregan semillas de amapola.

Soy de las afortunadas que no suelen tener alergia, entonces me doy permiso de probar productos sin pensar en sus componentes. Para los que necesiten más guía y apoyo moral, la mejor manera de hallar los productos ideales es conversar con sus fabricantes, a quienes de fijo les da gusto dar a conocer su creación.

El único efecto secundario medio notable de este cambio son mis canas que se han empezado a ver cada vez más blancas. Pues, no digo que sea específicamente por estos productos (de fijo es l’eda), pero eso me gusta creer… En realidad, dentro de mis estándares es algo positivo dado que sería chiva verme como Cruella de Vil cuando sea grande.

Para cerrar, solo me queda agradecer a la gente emprendedora por estos productos tan chivas.

Di Vargas


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