Poco a poco se me han ido gastando los perfumes y he dejado de ponérmelos con la falsa fe de hacerlos durar. Claramente voy perdiendo la apuesta y ya me tocó encontrar una alternativa, dado que mantengo mi gusto por las fragancias, pero no quiero tener que encargarme de la caja ni del plástico de los empaques nuevos (no gracias).
La primera opción que consideré sin mucha emoción fue hacer perfume por mí misma. Aunque si quiero seguir tutoriales para crear algunas cosas, ésta no es una de ellas ahorita. Naturalmente estaré compartiendo si en el futuro me dan ganas de inventar mis propias mezclas.
Entonces, ¿cómo resuelvo esta situación? Recurro a gente o empresas que ya hayan desarrollado el producto y lo distribuyan como me gusta más. Para algunas cosas es mejor evitar complicaciones si la oportunidad está al alcance de la mano.

Por eso, la opción más viable para complementar mi olor corporal es Fraiché. Para quienes no conocen la marca, se trata de una perfumería con la singularidad de que permite a los clientes personalizar sus perfumes con fragancias de todo tipo.
Los clientes pueden involucrarse en el proceso y ahí mismo frente nuestros ojos se mezcla el aroma elegido con alcohol puro y un fijador en el envase de nuestra preferencia.
Claro que me iba a gustar el concepto, más cuando estas tiendas logran evitar empaques en una línea de sus productos y hacen posible reutilizar las botellas de perfume o colonia de esta u otras marcas, siempre que el diseño del atomizador lo permita. De hecho, tenía una de sus botellas en casa, la cual rescaté para la compra de mi perfume.

Si consideramos las finanzas, una tiene más control sobre el precio del producto porque se define según la capacidad del envase y la concentración del aroma (de normal a muy concentrado). La inversión para mi perfume con concentración normal en la botella de 60 mL fue de unos 4.000 colones. Sale más cómodo que un “splash” en botella de plástico.
Ya para rematar, aquí se encuentran también envases para aromatizantes de ambientes y para automóvil. ¡Nada mal!
Con todos estos beneficios, ¿cómo no estar contenta con la compra?
¡Feliz día!
Di Vargas