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A PALABRAS NECIAS, OíDOS SORDOS

Cada vez que emprendamos una manera distinta de hacer las cosas, debemos estar conscientes de que recibiremos, entre otras cosas, comentarios despectivos. Más en nuestra querida Costa Rica, donde la chota es pan de cada día y donde a muchos les encanta hacer bromas minimizantes por cualquier cosa.

Lastimosamente no me he salvado de estas bromitas y comentarios que intentan provocar enfado o vienen solo para desvalorizar el esfuerzo que pongo a mis acciones de reducción de empaques y de comunicación.

Ya que los comentarios vienen de familiares, amigos, compañeros de trabajo y desconocidos, la diversidad de acercamientos y contextos a veces me toman fuera de base.

No esperaba barreras en mis relaciones interpersonales al actuar sobre las distintas decisiones que he tomado, por lo que no siempre sé cómo sobrellevarlo y termina siendo cansado.

ELIMINAR EL DESPERDICIO EMOCIONAL

Lo que me ayuda a fortalecer mi inteligencia emocional y filtrar lo negativo es meditar un poco sobre el origen real de esas expresiones que recibo. Normalmente depuro los pensamientos luego del suceso con preguntas como:

¿Hice yo realmente algo que mereciera el comentario? ¿Esa persona se siente intimidada? ¿Tiene envidia? ¿No ha logrado alguna cosa en su vida por lo que viene a echarme encima su negatividad? ¿Ha fallado en sus propios intentos de cambio? ¿Lo hace solo por el gusto de molestar? ¿Tanto le estorbará mi manera de llevar la vida?

Hacer preguntas de este tipo me ayuda a entender el trasfondo de cada persona y así desvincularme de la intención contraproducente. También creo una base para mejorar la interacción en el futuro sabiendo que cualquier comentario tiene una razón de ser ajena a mi estilo de vida.

Con el tiempo podré aplicar correctamente el dicho “a palabras necias, oídos sordos” y así me ahorro la molestia en mis pensamientos y sentimientos, aunque por el momento me cueste mantenerme fuera del ciclo vicioso.

HATERS GONNA HATE

[Traducido literalmente como “los odiosos van a odiar”.]

Acá doy una pequeña muestra de los comentarios que he recibido al rechazar empaques, al usar la composta, al coordinar el empaque para llevar (porque se me olvido mi tupper), al hablar del tema en general, en ferias, entre otros.

Quiero compartirlas para apreciar la creatividad de cada individuo con el fin de agarrarle la gracia asunto para así reducir su impacto. Detrás de cada frase hay un contexto, caras, tonos de voz, ademanes y demás que prefiero dejar de lado:

  • “Está loca”.

  • “Mejor tomemos piel de foca y así no se ocupa recipiente”.

  • “Yo voy a pelar esto y NO lo voy a poner en la composta”.

  • “Usted está muy flaca, debería comer un poquito más empaquetado a ver si acaso”.

  • “JAJAJAJAJAJA” (risas de un grupo de gente).

  • “Yo paso regañando a mis papás para que no usen bolsa, pero sos vos la que se lleva el crédito cuando por fin llevan la de tela”.

  • “Eso no sirve, lo que hay que hacer es agarrar el plástico para construcción de casas”.

  • “Ni se preocupe, eso del reciclaje ya viene en caída”

  • “Si querés salvar el mundo debes dejar de andar en avión”.

Burlas, frases de asombro, opiniones contrarias, deberías… Como estas seguramente vendrán muchas más.

Para terminar, reitero lo relevante de saber que la crítica siempre va a estar presente cuando se prueba un proceso nuevo y desviado de la norma. Si a alguien le pasa algo similar en algún momento, sepa que habemos otras en la misma situación y seguro algún día nos reiremos de las ocurrencias de la gente.

Por dicha los comentarios positivos que recibo son mayores en cantidad y me dan la mano para reforzar mis objetivos y surgir ante estos inconvenientes. ¡Que sigan viniendo!

¡Gracias!

Di Vargas


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