Un par de años atrás vivía en Tres Ríos y trabajaba en Alajuela en horario de oficina. Cada día cruzaba toda la ciudad manejando y como imaginarán no hay por dónde pasar sin ver carros pegados en la calle. Después de un tiempo la rutina empezó a cobrarme la factura.
Con ganas de salir de este enredo, decidí buscar opciones de trabajo en casa y lo logré. ¡Ahora trabajo en casa!
Pero ¿es tan maravilloso como lo pintan? ¿Realmente es mejor trabajar en casa que ir a una oficina? Veamos...
AHORRO DE TIEMPO
En el trajín de ir y volver del trabajo me gastaba unas 3 horas diarias, 15 a la semana; entiéndase que son como dos jornadas laborales (no pagas) solo en transporte y en presa.
Trabajando desde casa, el tiempo de traslado se redujo a 0 horas por semana. Acá no hay mucho que decir. La opción ganadora es obvia.
AHORRO DE DINERO
Los dos rubros que se comían mi dinero al viajar eran la gasolina y los mantenimientos del carro. Anteriormente gastaba más de 1 tanque de gasolina a la semana, lo que significaban al menos 120.000 colones al mes. Asimismo, gracias a la distancia que recorría semanalmente, cada 2 meses y medio iba al taller a cambio de aceite y demás.
Trabajando en casa no tengo que invertir tanto en gasolina y reduje mi tiempo entre matenimientos significativamente: esta vez el cambio de aceite será a los 6 meses sin cumplir el kilometraje. Otro punto a favor de trabajar en la casa.

SALUD FÍSICA Y MENTAL
En este momento no puedo decir que una opción es mejor que la otra.
Primero, aunque se entiende que trabajar en casa da más tiempo para hacer actividad física, queda a discresión de la persona el dedicar un espacio para ello, al igual que si fuera a una oficina. Hay gente que entrena a las 4 a. m. y va a trabajar con presa incluida o buscan el rato el fin de semana. En cambio otros pasan el domingo completo viendo tele. El mismo reto se presenta trabajando desde casa. La voluntad individual es la que marca la diferencia.
Segundo, hay que considerar el tipo de trabajo. Se oye de gente que trabaja en pijamas acostados en la cama, pero habemos otras que pasamos sentadas frente la compu mucho tiempo. Esto implica menos movimiento por periodos prolongados. Si no se hace actividad física adicional, los trastornos musculares pueden ser mayores.
Finalmente la socialización se reduce bastante, lo cual puede ser bueno si te gusta estar solititico, o malo si la reclusión te afecta. En casa se pasa más tiempo sin compañía, sin conversaciones de pasillo, sin historias en el almuerzo, etc, y es fácil quedar acobijada por las paredes de la casa. De nuevo, queda a discresión de una encontrar espacios para compartir con otra gente, o no.
Mi conclusión es que hay muchas oportunidades de mejora para la salud si una le pone ganas a entrenarse y explorar hobbies con el tiempo que tenga independientemente del lugar de trabajo, pero sin duda el tiempo en presa y el dinero invertido en transporte disminuyen significativamente.
Ya con eso, empezamos con el pie derecho.
Di Vargas