"Desconfíen vuestras mercedes de quién es lector de un solo libro".
Tenía el tema ambiental de hoy preparado, pero esta noche no pude conciliar mi cabeza con lo que se nos viene encima: las elecciones presidenciales.
Independientemente de lo que suceda el domingo, nos toca ponernos las pilas.

Los ticos de mi generación no hemos tenido que luchar por nada realmente. Disfrutamos derechos heredados y solo sabemos quejarnos de la mala administración de esto o de lo otro, pero ni sabemos de dónde sacaron las papas para el puré.
Los ticos somos muy dejados, no sabemos luchar por nuestros derechos, ni para reclamar la garantía de una licuadora. Esto lo digo porque no podemos comparar las manifestaciones pacíficas que disfrutamos en nuestra burbuja del Valle Central con lo que viven otros países.
Nos hemos jactado de ser un país de paz, de democracia, de ecología, de igualdad y lalalalala. Sin embargo, la fantasía se nos está acabando. Acá cualquier malintencionado se mete y hace fiesta. De imaginar hasta se me pone la piel de gallina.
Así como la foto del cielo que anuncia un temblor, a partir de ahora, se nos vendrán unos buenos socollones a los que tenemos que hacer frente.
Creo que esta nota es más un comentario para mí misma. Quien se sienta aludido, bienvenido sea a acompañarme en la mejoría personal:
Leeré más, me educaré más, participaré más, alzaré mi voz más, saldré más a la calle. Colaboraré más como ciudadana para que no nos encontremos de nuevo en esta situación tan ridícula.
Hagamos que el temblor no venga del miedo, sino de nosotros creando el país ejemplar en el que todos quisieran vivir.
Y por favor, dejemos semana tanda para otro año. VAYAMOS A VOTAR EL DOMINGO.
La frase inicial la dice Francisco de Quevedo en Las Aventuras del capitán Alatriste de Arturo Pérez-Reverte.
De nuevo, prometo leer más.
Di Vargas